REACCIONES ANTE SITUACIONES QUE NO DEPENDEN DE NOSOTROS
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No sólo tenemos que cuidarnos cuando estamos mal sino siempre.

Al igual que cuidamos nuestro cuerpo, es importante cuidar nuestra salud mental.

La sociedad actual tiene más o menos normalizada que hay que comer sano (se haga o no se haga), que es bueno hacer algún tipo de deporte, que tenemos que cuidar nuestra salud, nuestra imagen estética… pero nuestro YO INTERNO no lo metemos en estas prioridades y es fundamental. No hay que esperar a sentirnos mal para hacerlo.

 

¿Por qué es importante cuidarnos?

Porque si nos cuidamos en este sentido, vamos a vivir mejor, más seguros de nosotros mismos y además podemos prevenir trastornos psicológicos o dificultades emocionales como puede ser la baja autoestima.

Además cuando uno se siente bien individualmente, se siente mejor con los demás; con los amigos, en el trabajo, con la familia…

 

¿Cómo podemos hacerlo?

 Algunas pautas que nos pueden ayudar para comenzar:

 

  1. CUIDAR EL CÓMO NOS HABLAMOS

¿Alguna vez habéis observado cómo nos hablamos cuando no conseguimos lo que esperamos?

Nos han enseñado o creemos que todo tiene que ser perfecto y cada vez nos autoexigimos a un nivel que en vez de permitirnos avanzar, nos desgasta, porque buscamos la perfección.

Cuando algo no sale bien, nos ponemos muchas etiquetas de manera gratuita (que torpe soy, que desastre, no valgo para esto…), y esas etiquetas, aunque no nos damos cuenta, nos generan muchas consecuencias negativas como pueden desmotivación, desánimo, pensamientos irracionales sobre uno mismo y los demás, estrés…

Muchas veces nos obligamos a creer que querer algo es cuestión de poder hacerlo y fin y claro te lanzas al vacío y cuando no lo consigues ¡zas! venga a criticarnos. Porque nadie te enseñó, que en realidad para querer algo primero tienes que aprender a hacerlo e ir mejorando tu técnica a medida que avanzas.

Entonces hay que ser más realistas y cuidar el cómo nos hablamos a nosotros mismos a diario, que esas etiquetas impiden nuestro bienestar y hace que nos las creamos.

 

  1. CENTRARNOS EN NUESTRAS NECESIDADES

Estamos siempre atentos y controlando que los demás estén bien y que no les falte de nada, porque creemos que los demás son más importantes o más valiosos que nosotros y eso es un gran error porque no nos centramos en lo que nosotros necesitamos.

Incluso es al revés, mientras mejor cuides de ti mismo, mejor será las aportaciones que hagas a los demás.

Tenemos que mirar hacia nuestro interior y escuchar lo que el cuerpo y la mente nos piden. Esa escapada, ese baño en la playa, ese libro que tanto deseas leer, quedar con los amigos, tener una tarde de calma y tranquilidad. Ser un poco más egoístas y hacer cosas para nosotros.

 

  1. CENTRARNOS EN LAS SEÑALES DE NUESTRO CUERPO

¿Cuántas veces sientes nervios sin razón aparente, lloras sin saber por qué lo estás haciendo o tienes el cuerpo cansado y contracturado….?

A veces nuestro cuerpo y mente nos da ciertas señales para advertirnos que tal vez hay algo que se haya desequilibrado en nuestra vida y que hasta que no le pongas orden simplemente te va a seguir enviando señales para que actúes y generes un cambio.

Tenemos que observar los niveles de estrés, dedicar tiempo a la relajación y a la diversión, cuidar la alimentación, los ritmos de sueño, movernos, hacer deporte y sobre todo compartir tiempo con los demás.

 

  1. SALIR DE LA RUTINA

Nuestro cerebro es como la alimentación. Si todos los días comieras solo un único alimento por ejemplo manzanas, llegaría un momento en que enfermarías, porque las manzanas no te ofrecen todos los nutrientes que tu cuerpo necesita para funcionar.

Pues lo mismo ocurre con nuestro cerebro. Si todos los días hace lo mismo y de la misma forma sin salirte de la rutina, llegará un momento en que vas a estar más estresado, más desanimado, aumentarán tus miedos y tus inseguridades.

Nuestro cerebro necesita de estimulación diferente para seguir desarrollándose.

Cambia tu rutina, haz alguna actividad nueva, cambia de camino cuando vas a casa, realiza cambios en tu hogar o en tu puesto de trabajo, vístete de manera diferente… da igual que cambios realices, pero sal de tu rutina.

 

  1. DEDICARNOS a lo que nos gusta

Dirigir nuestra acción a hacer cosas que realmente sintamos que nos hacen crecer.

Crear motivos para sentir orgullos para ser quienes somos, en nuestra situación y con los medios con los que dispongamos, reinventarnos.

Dejamos todo para mañana o ya lo haré cuando tenga tiempo… pero ya sabemos lo relativo que es el tiempo…

Nos encanta dejarnos para después.

 

Sentirse mejor con uno mismo, es posible.

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