¿Te falta FUERZA DE VOLUNTAD?

La FUERZA DE VOLUNTAD es la capacidad de renunciar a ese placer inmediato para hacer cosas que a largo plazo nos convienen más.

¿Se nace con ella o se entrena?

La fuerza de voluntad se entrena y es importante animar a todos los educadores, padres, entrenadores, abuelos… a que mientras antes entrenen la fuerza de voluntad en los niños, mejor. Se entrena como cualquier otra actividad, no es algo con lo que uno nace en su repertorio genético. Es el hecho de anteponer una necesidad o algo que debamos hacer por encima del placer inmediato de algo que nos apetece más. Siempre que una actividad tenga un poco de sacrificio, necesitamos FUERZA DE VOLUNTAD.

¿Cómo podemos entrenarla?

Hay una serie de pasos o formas de trabajarla.

1. -Anteponer el DEBER al PLACER. ¿Por qué? Los estudios demuestran que durante el día tenemos una determinada fuerza de voluntad que se va agotando. A primera hora de la mañana es cuando más fuerza tenemos. Si nosotros dejamos para la tarde o para la noche aquello que nos apetece menos o nos da más pereza, lo normal es que al final lo abandonemos. Así que primero hay que empezar por aquello que nos cuesta un poco más.
2. -EL CAMINO TIENE QUE SER FÁCIL. Es preferible un objetivo a corto plazo, ya que más alcanzarlo es más probable. Si nos proponemos por ejemplo perder 10 kg o sacarnos las oposiciones en dos años, pensemos no en el final sino en la primera semana de dieta, la primera semana de estudio… en pequeños pasitos que nos vayan reforzando.
3. -Cuando empezamos una actividad nueva que requiere un esfuerzo y nos vamos a encontrar con obstáculos seguramente. El hecho de saber qué tipo de piedras nos vamos a encontrar en el camino y pensar en cuáles van a ser esas soluciones para que no tengamos que abandonar, hará que todo sea más fácil. Es decir, PROBLEMAS… SOLUCIONES, eso va a prevenir que abandonemos.
4. -NO ABUSAR DE ELLA. Si hemos dicho cada día tenemos una cantidad de fuerza de voluntad, tensar mucho la cuerda va a hacer que se pierda. Entonces tengamos cuidado de no abusar, démonos algún margen de error, para mantener el equilibrio.
5. -NECESITAMOS DORMIR Y DESCANSAR. La fuerza de voluntad necesita dos nutrientes: uno es la glucosa y la otra es el sueño. Si no descansas un mínimo de 6-7 horas y el sueño no es reparador, te vas a levantar cansadísimo y eso va a hacer que abandonemos aquello que requiere fuerza de voluntad.
6. -ESTADO EMOCIONAL APROPIADO. La tristeza, ansiedad, frustración, rabia… son enemigos de la fuerza de voluntad. Querer exigirte algo en un momento difícil es bastante complicado. Es preferible que resuelvas aquello que dependa de ti. Un enfado con un amigo, un problema en el trabajo, una situación que te pone triste… primero resuelve esa emoción y luego exígete.
7. -SE COMPASIVO CON EL ERROR. Normalmente cuando nos equivocamos, tendemos a autocriticarnos y esto no es una forma de aprendizaje, es una forma de abandonar.
8. -APRENDE DE LOS ERRORES Y RE-ELABORA EL PLAN. Equivocarnos forma parte del camino. Equivocarnos no quiere decir que no estamos preparados, que no somos hábiles o que esto no es para nosotros, al revés, tiene que ser un momento de análisis constructivo para decir qué ha ocurrido y evitar que vuelva a pasar.
9. -PRACTICA LA SERENIDAD. Si conseguimos un equilibrio, estar serenos, tranquilos, practicamos técnicas de relajación, meditación, respiración… que nos hagan sentir bien y que nos permitan visualizar el objetivo y estar relajados, será mucho más fácil poder esforzarnos.

Después de todo esto, vamos a premiarnos con cada paso. IMPORTANTÍSIMO.

Recuerda que TODOS tenemos fuerza de voluntad pero algunos la tienen que entrenar más y otros menos, como todo nuevo aprendizaje.

Y esto no sólo lo digo yo, ni los psicólogos… ya lo decía Albert Einstein, hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: ¿saben cuál es, no? la VOLUNDAD.

¿Cuántos propósitos y cuántas oportunidades has perdido por no tener entrenada tu fuerza de voluntad?